Fuente: DWEspañol
Los Gobiernos de Chile, Guatemala, Paraguay y Uruguay calificaron este jueves (22.08.2024) de «fraude» el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que confirmó el triunfo del mandatario Nicolás Maduro en las elecciones, mientras los presidentes de Brasil, Colombia y México -que trataron de mediar en la crisis poselectoral– no se habían pronunciado.
La sentencia del TSJ, con la que concluye de manera «inequívoca e irrestricta» la revisión de las elecciones, se produce 22 días después de que el propio Maduro solicitara este proceso, a través de un recurso de amparo que nunca se conoció y por el que fueron convocados al Tribunal Supremo los diez excandidatos presidenciales.
Uno de los primeros en pronunciarse en redes sociales fue el mandatario de Chile, Gabriel Boric, quien dijo que con el fallo se «termina de consolidar el fraude» en las elecciones.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, insistió en que su país no reconoce el «fraude» electoral perpetrado por el «régimen» de Maduro. «La crisis en Venezuela es indiscutible, y desde Guatemala ya hemos dicho que sus recientes elecciones solo son una demostración de la misma: el régimen de Maduro no es democrático y no reconocemos su fraude», afirmó el mandatario en un mensaje en la red social X (antes Twitter).
El gobernante de Paraguay, Santiago Peña, consideró «inaceptable» la decisión del TSJ sin una revisión «exhaustiva e independiente» de los votos y lamentó «profundamente la decisión del Gobierno de Venezuela de avanzar en la ratificación de resultados electorales que no reflejan la voluntad del pueblo venezolano».
En la misma línea se expresó el jefe de Estado de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien aseguró que «el régimen de Maduro confirma lo que la comunidad internacional viene denunciando: el fraude. Una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática de su pueblo».
Por su parte, el candidato de la mayor coalición opositora de Venezuela, Edmundo González Urrutia, rechazó el fallo y argumentó que «la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. No usurparán la verdad».
ama (efe, ap, afp)