Que país puede salir adelante con marchas y contramarchas, con odios insalvables entre sus mismos coterráneos, donde no se respeten las diferencias y disidencias, donde cada grupo quiere eliminar de la faz de la tierra al otro, donde es un pecado discernir y estar opuesto a ideas que consideras anacrónicas, sectarias, populistas y pare de contar. Donde los que llegan al poder luego no lo quieren abandonar, no aceptan ser criticados y penalizan a todo aquel que se atreva a exigir cambios. Mientras el pueblo es el que siempre paga las consecuencias.
Por una vida en paz, llena de armonía, sana convivencia, de trabajo y progreso para todos.
No más etiquetas, desechemos lo que nos separa y resaltemos todo lo que nos une. La falsa política y sus doctrinas tienen al mundo y a nuestro país en un vilo constante. Nuestros próceres lucharon por hacernos libres, luchemos nosotros por hacer de nuestra patria un mejor lugar para una vida llena de paz, progreso y libertad en todo sentido.
Escrito : Carlos Sánchez Márquez