Acabar con los apagones en un año, salarizar los bonos para que el salario mínimo sea de 130 dólares, pragmatismo internacional y libertad para la población Lgbti son algunas de las promesas que hace el candidato de Centrados
Fuente: contrapunto-com
Claro que Enrique Márquez tiene respuesta para inquietudes como «qué hará con las pensiones», «a cuánto llevará el salario mínimo» o «cómo liberará a los presos políticos». Pero si algo define la campaña presidencial de Márquez, candidato presidencial por Centrados en la Gente, es que quiere ser «el centro de la política».
«Creo que Venezuela ha perdido foco y centro, y como como político ha sido mi búsqueda siempre, y como candidato es mi oferta, encontrar una posibilidad de desarrollo de la política venezolana alrededor de la gente, alrededor del centro», señala durante una visita contrapunto.com.
-¿Qué es el centro?
-El no conflicto. El tratar de manejar el conflicto dentro de la Constitución. Siempre hay conflicto de ideas; si no, no seríamos seres humanos. Pero el centro debe ser la Constitución, que es el marco del manejo de conflicto.
Entre justicia y venganza, se inclina por justicia. «Inicialmente yo renuncio a la vendetta, a la venganza; renuncio a eso», aclara. «Conduciría al país hacia un proceso muy pragmático de encuentro. Hay quienes utilizan la palabra reconciliación; me parece una palabra muy humana para meterla en la política. Me parece que es un proceso de reencuentro por el país. Un plan pragmático que nos aleje de las ideologías, porque esto le ha hecho daño al país».
El centro «debe ser muy pragmático», reitera. «No hay pragmatismo en la venganza. En la venganza nadie gana. Creo que hay que romper los retrovisores y mirar hacia adelante». Eso no significa que no haya justicia: «Lo que no hay es venganza».
De inmediato, marca sus acciones con los presos políticos. «A aquellos que no tengan juicio, los sacaría. A todos les daría el beneficio de, si tienen un juicio abierto, lo tengan en libertad».
-¿Cree en la amnistía?
-Creo profundamente en la posibilidad de una amnistía política. No creo que pueda haber amnistía general, porque hay muchas acusaciones de violación de derechos humanos. De tal manera que yo hablaría una amnistía política que nos permita encontrar el camino de la política alejado precisamente de estos odios, y de estos códigos de odio, que la revolución ha impuesto en Venezuela. Yo creo que la única manera de girar el país es cambiar los códigos en los cuales se mueve el poder. Si el poder que espero tener lo voy a ejercer desde los mismos códigos de quien me ha precedido, eso no tiene sentido. El código de la intolerancia se vence con diálogo y tolerancia.
-¿Conviviría con el chavismo? ¿De qué manera?
-Cediendo y apretando. Cediendo en lo que haya que ceder y apretando en donde haya que apretar en función de empujar el país en la dirección correcta. Es imposible que yo pueda hacer una predicción de cómo se va a comportar el chavismo frente a una derrota. Hay muchos que piensan que el gobierno no está preparado para entregar el poder; yo digo que sí, porque se ha debilitado mucho, no tiene capital político para quedarse en el poder si pierde. De tal manera que yo sí veo al gobierno de Maduro perdiendo y entregando. Ahora, ¿qué va a pasar de ahí en adelante?