Fuente: Héctor López García Oly
El atletismo venezolano tiene una historia repleta de grandes figuras, pero pocas han dejado una huella tan profunda y dorada como Lucirio Garrido, quien es ampliamente reconocido como «El Padre del Fondo en Venezuela». Su legado no solo marcó un antes y un después en las carreras de larga distancia dentro del país, sino que también enalteció la bandera venezolana a nivel internacional, grabando su nombre en el Salón de la Fama del Atletismo Venezolano.
El inicio de una leyenda
Garrido, con su fortaleza física y su inquebrantable espíritu, comenzó su ascenso en el mundo del fondo en un tiempo en el que competir contra los grandes exponentes internacionales, especialmente los colombianos, parecía un reto insuperable. Sin embargo, su dedicación y coraje le permitieron no solo enfrentarse a los mejores, sino ganar el respeto y la admiración de toda Venezuela. Así lo recuerda Carlos Faneyth (QEPD), compañero y amigo cercano de Garrido, quien relata uno de los momentos más emblemáticos de la carrera de Lucirio.
El momento inolvidable: Juegos Bolivarianos de 1970
Durante los Juegos Bolivarianos de 1970, celebrados en Maracaibo, se vivió un momento clave que consolidaría a Garrido como un héroe del deporte nacional. En esa ocasión, el colombiano Víctor Mora, una figura consagrada en las pruebas de fondo, dominó la carrera de 5000 metros. Sin embargo, a pesar de su victoria, los aplausos y la ovación del público no eran para él, sino para un humilde y valiente corredor que en ese momento cruzaba la curva final, asegurando la medalla de bronce.
Ese corredor era Lucirio Garrido. Para la multitud, no importaba el color de la medalla, sino el coraje que Garrido había mostrado durante toda la carrera. Venezuela finalmente había competido «de tú a tú» con los fondistas colombianos, algo que parecía imposible hasta ese día. Fue un momento simbólico para el deporte venezolano, un indicio de que los corredores de fondo del país tenían el talento y la garra necesarios para enfrentarse a los mejores del mundo.
El legado de Garrido
Lucirio Garrido, a lo largo de su carrera, no solo cosechó triunfos, sino que también inspiró a toda una generación de atletas venezolanos. Su estilo, su fuerza y, sobre todo, su valentía en cada competencia, lo convirtieron en un ejemplo a seguir. Las futuras generaciones de fondistas miran hacia Garrido como el pionero, el hombre que abrió el camino para que Venezuela pudiera soñar en grande en las pruebas de fondo.
Como lo señala el profesor Carlos Faneyth, las historias humanas detrás de los logros de nuestros atletas son las que verdaderamente valen la pena ser contadas. Esos relatos breves, pero llenos de significado, son los que muestran el carácter y el corazón de aquellos que han dejado una marca imborrable en la historia del deporte.
El reconocimiento inmortal: Salón de la Fama
La carrera de Lucirio Garrido no pasó desapercibida. Su impacto fue tan grande que su ingreso al Salón de la Fama del Atletismo Venezolano fue un reconocimiento merecido, sellando su lugar entre las leyendas del deporte en Venezuela. La historia de Garrido está escrita en letras de oro no solo por sus medallas, sino por el espíritu indomable que mostró en cada carrera, por el coraje que lo convirtió en un héroe para su país.
En palabras del Profesor Carlos Faneyth (QEPD): «Venezuela palpó el coraje de Lucirio, y todo lo que eso representó para nosotros que éramos sus compañeros de la Selección Nacional». Lucirio Garrido, el padre del fondo en Venezuela, seguirá siendo una fuente de inspiración, no solo para los atletas, sino para todos aquellos que creen en el poder del esfuerzo y la perseverancia.
Una historia que sigue viva
El legado de Lucirio Garrido continúa vivo no solo en las páginas de la historia del atletismo venezolano, sino también en los corazones de todos los que lo vieron competir y de quienes hoy en día aspiran a seguir sus pasos. Su nombre, su ejemplo y su fuerza seguirán resonando por generaciones, recordándonos que con coraje y determinación, todo es posible.
Escribimos esta historia para que las nuevas generaciones no olviden a quienes con sudor, esfuerzo y amor por la patria, llevaron a Venezuela a lo más alto en el deporte. Porque como decía el profesor Faneyth, «lo que hay que contar son las historias humanas de nuestros atletas», y la de Lucirio Garrido es una de las más grandes.
Imágenes históricas de Lucirio Garrido en la primera con Marcos Enrique Borregales Gañango en el fondo nuestra gran amiga Isaura Mercedes Rivero
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